Luis andaba en «malos pasos»: le informaron que se iría a un campamento de verano donde tratarían su asunto. Lo recluyeron en una especie de rehabilitación y lo sometieron a un fuerte proceso de despersonalización. No se referían a él por su nombre, sólo podía hablar cuando se le indicara. El alimento estaba condicionado a que no mirara al resto de los adolescentes que estaban en el campamento (…) Las pláticas respecto a lo peligroso, desviado y corrupto de los deseos homosexuales se repetían tres o cuatro veces al día y la referencia a la condenación de su alma era constante.

Aguirre C.. (julio 22, 2014). No eres homosexual, sólo estás confundido. agosto 12,2017, de Animal Político

Mi madre me obligó a asistir a un grupo de 4to y 5to paso. Durante 2 semanas estuve escuchando a violadores, drogadictos, alcohólicos. Después me llevaron a una hacienda donde por 3 días tuve que escribir mi historia sin poder dormir, sin poder comer, me privaron de mi libertad y solo tenía 16 años. Nunca había tomado, nunca había fumado, nunca había tenido relaciones sexuales. El único problema que veían en mí, era mi orientación sexual, mi verdadero ser. Decían que mi orientación sexual era un defecto de carácter, como la drogadicción o el alcoholismo.

Testimonio facilitado por usuario del grupo Jóvenes LGBT México

Mi papá me llevo en un auto de paseo. Me quede dormida, cuando desperté, lo que vi enfrente de mi era un letrero que decía “Hospital Psiquíatrico Juan N. Navarro”, trate de negociar con mi papá y fue imposible (…) durante 6 semanas estuve encerrada en una habitación que solamente tenía una ventana, donde podía ver solo un árbol, día tras día y noche tras noche. Símbolo de mi castigo y mi falta de libertad solo por ser quien era.

Historia de vida compartida para la campaña #NoEstoyEnfermx,